- ¿Cómo fue la llegada a Guadalajara? ¿Era lo que esperaban de la villa panamericana, de las instalaciones, de la infraestructura?
- Sí, para nosotros (cuerpo técnico) era muy nuevo porque era el primer juego panamericano al que íbamos. Habíamos ido al Odesur, el año pasado, y era obviamente un juego más chico porque eran solamente países de Sudamérica. La infraestructura estaba muy buena, el tema era que se habían quedado cortos con los departamentos y en dos de ellos estábamos todo el equipo. Al cuerpo técnico nos tocó estar con los jugadores. Igual estábamos en una habitación separada, pero no es lo mejor. Por suerte habíamos arreglado ya de ante mano que en la definición del torneo nos íbamos a un hotel, entonces después del partido con Dominicana nos fuimos y la verdad que estuvimos muy cómodos.
- En cuanto a la organización, ¿vieron algo desparejo?
- No, no, estuvo bien. Tal vez había mucho quilombo con el tema de la comida porque en horarios picos era bastante complicado, pero bien. La comida no era diferente a la de Argentina porque ahí tiene que ser internacional entonces no tenés problemas. Te puede gustar o no lo que hay pero en estos torneos no hay problemas.
- Los primeros partidos ya se sabían que eran ganables. ¿Cómo manejabas la cabeza de los jugadores para que en esos encuentros ya no estén pensando en la final?
- Es muy difícil porque nosotros sabíamos que había mucha diferencia en lo que es Argentina y Brasil con los demás equipos. Lo que nos pasó en los primeros partidos es que nos llegaron jugadores lesionados del exterior. Teníamos a Diego Simonet, Juanpi Fernández y Agustín Vidal lastimados. Tuvimos que rotar mucho y jugar con jugadores que habitualmente no lo hacen en su puesto específico como zurdos jugando de central y demás. Pero sabíamos que nuestros jugadores son muy inteligentes, saben hasta donde tienen que pisar el acelerador y hasta donde no. Quizás se nos complicó con Chile pero más que todo porque el primer tiempo les sacamos cincos goles jugando muy bien y en el segundo ellos ponen a los suplentes. Ahí se encontraron con el partido y creo que nosotros metimos seis tiros en los palos en esos diez u once minutos. Al final lo resolvimos bien así que no hubo problema.
- Cuando terminó el partido con Chile, ¿los notaste con dudas a los jugadores que iban a afrontar la final con Brasil o veías que estaban confiados? Porque tal vez se esperaba una victoria más abultada en la semi.
- No, no, nuestro equipo es así, todos somos así. Nunca le vamos a ganar por 30 goles a un rival, jamás. Sabemos que los chicos son inteligentes, los pibes saben contra quien tienen que jugar y como se debe jugar cada partido. Es muy difícil que se lesione un jugador en un encuentro que no es de cierta transcendencia. Hay mucha diferencia entre Argentina y Brasil con Chile que está un escalón abajo y con los demás que están un par de escalones más abajo.
- ¿Te complicó en la decisión de la lista que haya un jugador menos con respecto al Mundial? Tuviste que en el extremo izquierdo meter algunas variantes con Vidal.
- Sí, sí, la verdad que se nos complicó porque vos tenés una estructura armada entonces al sacarte un jugador se complica. Tal vez parece que no es tan complicado sacar a un jugador de una lista pero sí porque vos tenés que resolver muchas cosas: el ataque, la defensa, lo grupal. No es fácil sacar a un jugador cuando hiciste un Mundial tan bueno y en el que los pibes jugaron tan bien. Pero en definitiva estamos para eso. Nos llevó mucho tiempo resolver a quien sacábamos y porqué pero después, una vez la decisión tomada, ya está.
- Con Brasil sé que les pusiste un video, te pido que me lo cuentes por favor.
- Sí, nosotros hace muchos años empezamos con los videos motivacionales que en el handball no estaban muy implementados. En los chicos ya se fue creando la necesidad de ver un video motivacional. Este lo laburamos durante mucho tiempo, se lo pusimos en el vestuario antes de salir al partido. Nosotros hablamos mucho de los pequeños detalles, de que casi lo hacés y no lo hiciste. Pusimos un video donde había en una parte muchas imágenes nuestras y aparecía cada jugador con una frase de lo que significa él para el cuerpo técnico. Solamente una palabra era, con también imágenes de los momentos buenos de nuestro ciclo. Después terminaba con una charla que se da en el vestuario en la película “Un Domingo Cualquiera”, que obviamente la acordamos, pero que habla mucho de lo que decimos nosotros siempre: del milímetro que te faltó para agarrarlo, de que esto no se hace individualmente sino que se hace a nivel grupal. Está muy bueno el video y los pibes salieron con todo. Igual creo que le poníamos uno de Lita de Lazzari y también salían igual (sonríe).
- Y se notó la incentivación, hasta tal vez se los vio un poco pasados de revoluciones.
- Sí, en los primeros minutos tuvimos algunas sanciones quizás por entrar con todo. Pero bueno, era una final y había que jugarla así.
- ¿Las finales o los clásicos son partidos aparte? ¿No importa como venís jugando?
- No, no importa. Este partido era diferente y más porque eran cuatro años de laburo acá, que nos jugábamos. Entonces sabíamos que contra Brasil era un encuentro diferente y todo lo que te jugabas. Acá no era solamente un partido, había muchas cosas más. Antes de los juegos, en todo el mundo decían que ganábamos por diez goles el partido contra Brasil. Ellos siempre juegan al mismo nivel, contra el mejor equipo o contra el peor siempre juegan igual. Nosotros no, lo hacemos de acuerdo a los rivales, que no sé si está bien o está mal pero es nuestra forma y hasta ahora nos fue bien. Entonces durante los juegos decían que Brasil estaba mejor que nosotros, que era candidato y demás. Pero llegamos al partido definitorio y jugamos como estamos acostumbrados a hacerlo.
- Los brasileros después del partido dijeron que Argentina ya tenía comprado el pasaporte a Londres, ¿qué te parecieron esas declaraciones?
- La verdad que tengo mucho respeto por muchos de los jugadores de Brasil, por el entrenador, por los dirigentes que tengo una excelente relación. No sé que dijeron pero se lo ganamos en buena ley y no se lo ganamos solamente acá, se lo ganamos en el ciclo de cuatro años que estamos trabajando. Creo que es un proceso muy serio donde la dirigencia apostó a un cuerpo técnico nuevo, al que nos había ido muy bien en etapas juveniles y juniors con logros importantísimos. Esto no es una casualidad, es una causalidad debida a muchos años de trabajo del cuerpo técnico, de los dirigentes y de los jugadores. Esto no se gana solamente por las partes, sino que es un trabajo en conjunto que hicimos donde confiamos en el equipo. Si los brasileros lo dicen no sé porque será, igual ahí en el partido se la bancaron bien. Sí trabajamos mucho en conseguir videos, en armarlos, en ver cómo jugaban los rivales. Sabíamos todo lo que hacían, hasta qué comían. No dejamos nada librado al azar.
- ¿Fue un partido especial el de Brasil? ¿Se preparó de otra manera?
- Sí, lo preparamos durante mucho tiempo. Vos fijate que el video motivacional lo estábamos haciendo desde hace dos años.
- O sea que antes del Mundial, ¿ya estaban pensando en este video?
- Sí, sí, este video estaba pensado desde antes del Mundial. Todo lo que hicimos nosotros desde fines del 2007 hasta el 2011 fue pensando en esta final. Entonces armamos un video para los jugadores de los últimos diez partidos de Brasil, te hablo desde hace tres años. Editamos como era la defensa 5-1, como era la defensa 6-0, y hasta como jugaba cada rival. Tal vez veíamos 60 ataques del central y los jugadores se repiten bastante. Entonces ellos sabían cual era el porcentaje de veces que salía un brasilero para un lado y cual era el porcentaje para el otro. Así fue jugador por jugador. También hicimos un video de los arqueros y ellos veían las situaciones de las atajadas. El arquero casi ni atajó contra nosotros, al principio un poco y después no lo hizo más. Los habíamos estudiado a todos.
- Fueron tapa de Olé, de Clarín, de varios diarios. Mucha gente que hasta no es handbolera se emocionó con ustedes. ¿Cómo fue la vuelta a Argentina con la gran repercusión en los medios y en la población?
- Creo que esto fue más que el Mundial a nivel repercusión. Los relatos de Juan Martín (Rinaldi) y Pablo (Monti) fueron emocionantes, porque si lo relata uno que no es del deporte y lo hace tranquilo quizás no es el mismo impacto emotivo para la gente. Ellos dos son del deporte y saben lo que costó. Nosotros lo tomamos bien, la verdad es increíble porque estamos en todos los programas, en todos lados. Lo que hacemos con Cogote (Andrés Kogovsek), que es el capitán, es distribuirnos para que todos los que estén acá estén repartidos, salvo cuando nos piden especialmente que vaya un entrenador o un jugador. Esto también es un tema a manejar: el impacto de la prensa, que después nos vamos a juntar y lo vamos a hablar un poquito. También tenemos que entender que lo que logramos fue por la humildad y el sacrificio y no es tan fácil adecuarte a algo que no lo estás.
- ¿Pensás que hubo un antes y un después con este juego panamericano?
- Creo que hubo un antes y un después con el Mundial, que ahí se empezó con todo esto, y ahora es el logro máximo. Y sí, es un antes y después. Esperemos que cada uno en su función pueda hacer desarrollar al deporte al máximo. Si fallamos ahora cada uno en su función: los jugadores, los entrenadores, o los dirigentes, creo que quedará como un logro y nada más. Es el momento de despegue de este deporte, ya empezó en Suecia y hay que aprovecharlo. Espero que aparezcan sponsors, mejores condiciones de entrenamiento, mejor infraestructura, captación de talentos y generar chicos que puedan reemplazar a este grupo. Esta es nuestra camada dorada pero hay que generar jugadores porque sino después desaparecés.
- Cuando te vas a dormir y apoyás la cabeza contra la almohada, ¿te ponés a pensar como será Londres, la villa olímpica con todos los deportistas? ¿O todavía no llegaste a eso?
- No, no, te digo que soy medio raro en muchas cosas. Para mí es un laburo, aspiré a esto y quiero un juego olímpico pero al principio cuando empecé la carrera pensaba: “Uh, que bueno un juego panamericano”, y en realidad lo viví muy natural. Me gustó estar concentrado con mi equipo, con el que fuimos a lograr algo. Pero lo de la villa y demás, era algo decorativo porque estábamos muy metidos en el juego. Pienso en hacer un buen papel en los Juegos Olímpicos pero no en la villa olímpica y eso. Soy en algunas cosas medio raro (sonríe) así que no es mucho parámetro.
- Hace unos meses te entrevisté en la radio de Fedeba y te pregunté si el objetivo era Guadalajara: me dijiste que sí. ¿Ahora cuál es el objetivo en los Juegos Olímpicos? ¿Para qué van?
- Antes del Mundial te decía que íbamos a vivir de la villa olímpica, a pasear, a participar del juego. Después del Mundial se abrió, obviamente, un poquito más el panorama y trataremos de estar entre los ocho primeros, que no es fácil. También depende de la zona que te toque porque si te toca el grupo de la muerte tenés que hacer un juego olímpico increíble para pasar.
Entrevista realizada por Nahuel Tassi
- En cuanto a la organización, ¿vieron algo desparejo?
- No, no, estuvo bien. Tal vez había mucho quilombo con el tema de la comida porque en horarios picos era bastante complicado, pero bien. La comida no era diferente a la de Argentina porque ahí tiene que ser internacional entonces no tenés problemas. Te puede gustar o no lo que hay pero en estos torneos no hay problemas.
- Los primeros partidos ya se sabían que eran ganables. ¿Cómo manejabas la cabeza de los jugadores para que en esos encuentros ya no estén pensando en la final?
- Es muy difícil porque nosotros sabíamos que había mucha diferencia en lo que es Argentina y Brasil con los demás equipos. Lo que nos pasó en los primeros partidos es que nos llegaron jugadores lesionados del exterior. Teníamos a Diego Simonet, Juanpi Fernández y Agustín Vidal lastimados. Tuvimos que rotar mucho y jugar con jugadores que habitualmente no lo hacen en su puesto específico como zurdos jugando de central y demás. Pero sabíamos que nuestros jugadores son muy inteligentes, saben hasta donde tienen que pisar el acelerador y hasta donde no. Quizás se nos complicó con Chile pero más que todo porque el primer tiempo les sacamos cincos goles jugando muy bien y en el segundo ellos ponen a los suplentes. Ahí se encontraron con el partido y creo que nosotros metimos seis tiros en los palos en esos diez u once minutos. Al final lo resolvimos bien así que no hubo problema.
- Cuando terminó el partido con Chile, ¿los notaste con dudas a los jugadores que iban a afrontar la final con Brasil o veías que estaban confiados? Porque tal vez se esperaba una victoria más abultada en la semi.
- No, no, nuestro equipo es así, todos somos así. Nunca le vamos a ganar por 30 goles a un rival, jamás. Sabemos que los chicos son inteligentes, los pibes saben contra quien tienen que jugar y como se debe jugar cada partido. Es muy difícil que se lesione un jugador en un encuentro que no es de cierta transcendencia. Hay mucha diferencia entre Argentina y Brasil con Chile que está un escalón abajo y con los demás que están un par de escalones más abajo.
- ¿Te complicó en la decisión de la lista que haya un jugador menos con respecto al Mundial? Tuviste que en el extremo izquierdo meter algunas variantes con Vidal.
- Sí, sí, la verdad que se nos complicó porque vos tenés una estructura armada entonces al sacarte un jugador se complica. Tal vez parece que no es tan complicado sacar a un jugador de una lista pero sí porque vos tenés que resolver muchas cosas: el ataque, la defensa, lo grupal. No es fácil sacar a un jugador cuando hiciste un Mundial tan bueno y en el que los pibes jugaron tan bien. Pero en definitiva estamos para eso. Nos llevó mucho tiempo resolver a quien sacábamos y porqué pero después, una vez la decisión tomada, ya está.
- Con Brasil sé que les pusiste un video, te pido que me lo cuentes por favor.
- Sí, nosotros hace muchos años empezamos con los videos motivacionales que en el handball no estaban muy implementados. En los chicos ya se fue creando la necesidad de ver un video motivacional. Este lo laburamos durante mucho tiempo, se lo pusimos en el vestuario antes de salir al partido. Nosotros hablamos mucho de los pequeños detalles, de que casi lo hacés y no lo hiciste. Pusimos un video donde había en una parte muchas imágenes nuestras y aparecía cada jugador con una frase de lo que significa él para el cuerpo técnico. Solamente una palabra era, con también imágenes de los momentos buenos de nuestro ciclo. Después terminaba con una charla que se da en el vestuario en la película “Un Domingo Cualquiera”, que obviamente la acordamos, pero que habla mucho de lo que decimos nosotros siempre: del milímetro que te faltó para agarrarlo, de que esto no se hace individualmente sino que se hace a nivel grupal. Está muy bueno el video y los pibes salieron con todo. Igual creo que le poníamos uno de Lita de Lazzari y también salían igual (sonríe).
- Y se notó la incentivación, hasta tal vez se los vio un poco pasados de revoluciones.
- Sí, en los primeros minutos tuvimos algunas sanciones quizás por entrar con todo. Pero bueno, era una final y había que jugarla así.
- ¿Las finales o los clásicos son partidos aparte? ¿No importa como venís jugando?
- No, no importa. Este partido era diferente y más porque eran cuatro años de laburo acá, que nos jugábamos. Entonces sabíamos que contra Brasil era un encuentro diferente y todo lo que te jugabas. Acá no era solamente un partido, había muchas cosas más. Antes de los juegos, en todo el mundo decían que ganábamos por diez goles el partido contra Brasil. Ellos siempre juegan al mismo nivel, contra el mejor equipo o contra el peor siempre juegan igual. Nosotros no, lo hacemos de acuerdo a los rivales, que no sé si está bien o está mal pero es nuestra forma y hasta ahora nos fue bien. Entonces durante los juegos decían que Brasil estaba mejor que nosotros, que era candidato y demás. Pero llegamos al partido definitorio y jugamos como estamos acostumbrados a hacerlo.
- Los brasileros después del partido dijeron que Argentina ya tenía comprado el pasaporte a Londres, ¿qué te parecieron esas declaraciones?
- La verdad que tengo mucho respeto por muchos de los jugadores de Brasil, por el entrenador, por los dirigentes que tengo una excelente relación. No sé que dijeron pero se lo ganamos en buena ley y no se lo ganamos solamente acá, se lo ganamos en el ciclo de cuatro años que estamos trabajando. Creo que es un proceso muy serio donde la dirigencia apostó a un cuerpo técnico nuevo, al que nos había ido muy bien en etapas juveniles y juniors con logros importantísimos. Esto no es una casualidad, es una causalidad debida a muchos años de trabajo del cuerpo técnico, de los dirigentes y de los jugadores. Esto no se gana solamente por las partes, sino que es un trabajo en conjunto que hicimos donde confiamos en el equipo. Si los brasileros lo dicen no sé porque será, igual ahí en el partido se la bancaron bien. Sí trabajamos mucho en conseguir videos, en armarlos, en ver cómo jugaban los rivales. Sabíamos todo lo que hacían, hasta qué comían. No dejamos nada librado al azar.
- ¿Fue un partido especial el de Brasil? ¿Se preparó de otra manera?
- Sí, lo preparamos durante mucho tiempo. Vos fijate que el video motivacional lo estábamos haciendo desde hace dos años.
- O sea que antes del Mundial, ¿ya estaban pensando en este video?
- Sí, sí, este video estaba pensado desde antes del Mundial. Todo lo que hicimos nosotros desde fines del 2007 hasta el 2011 fue pensando en esta final. Entonces armamos un video para los jugadores de los últimos diez partidos de Brasil, te hablo desde hace tres años. Editamos como era la defensa 5-1, como era la defensa 6-0, y hasta como jugaba cada rival. Tal vez veíamos 60 ataques del central y los jugadores se repiten bastante. Entonces ellos sabían cual era el porcentaje de veces que salía un brasilero para un lado y cual era el porcentaje para el otro. Así fue jugador por jugador. También hicimos un video de los arqueros y ellos veían las situaciones de las atajadas. El arquero casi ni atajó contra nosotros, al principio un poco y después no lo hizo más. Los habíamos estudiado a todos.
- Fueron tapa de Olé, de Clarín, de varios diarios. Mucha gente que hasta no es handbolera se emocionó con ustedes. ¿Cómo fue la vuelta a Argentina con la gran repercusión en los medios y en la población?
- Creo que esto fue más que el Mundial a nivel repercusión. Los relatos de Juan Martín (Rinaldi) y Pablo (Monti) fueron emocionantes, porque si lo relata uno que no es del deporte y lo hace tranquilo quizás no es el mismo impacto emotivo para la gente. Ellos dos son del deporte y saben lo que costó. Nosotros lo tomamos bien, la verdad es increíble porque estamos en todos los programas, en todos lados. Lo que hacemos con Cogote (Andrés Kogovsek), que es el capitán, es distribuirnos para que todos los que estén acá estén repartidos, salvo cuando nos piden especialmente que vaya un entrenador o un jugador. Esto también es un tema a manejar: el impacto de la prensa, que después nos vamos a juntar y lo vamos a hablar un poquito. También tenemos que entender que lo que logramos fue por la humildad y el sacrificio y no es tan fácil adecuarte a algo que no lo estás.
- ¿Pensás que hubo un antes y un después con este juego panamericano?
- Creo que hubo un antes y un después con el Mundial, que ahí se empezó con todo esto, y ahora es el logro máximo. Y sí, es un antes y después. Esperemos que cada uno en su función pueda hacer desarrollar al deporte al máximo. Si fallamos ahora cada uno en su función: los jugadores, los entrenadores, o los dirigentes, creo que quedará como un logro y nada más. Es el momento de despegue de este deporte, ya empezó en Suecia y hay que aprovecharlo. Espero que aparezcan sponsors, mejores condiciones de entrenamiento, mejor infraestructura, captación de talentos y generar chicos que puedan reemplazar a este grupo. Esta es nuestra camada dorada pero hay que generar jugadores porque sino después desaparecés.
- Cuando te vas a dormir y apoyás la cabeza contra la almohada, ¿te ponés a pensar como será Londres, la villa olímpica con todos los deportistas? ¿O todavía no llegaste a eso?
- No, no, te digo que soy medio raro en muchas cosas. Para mí es un laburo, aspiré a esto y quiero un juego olímpico pero al principio cuando empecé la carrera pensaba: “Uh, que bueno un juego panamericano”, y en realidad lo viví muy natural. Me gustó estar concentrado con mi equipo, con el que fuimos a lograr algo. Pero lo de la villa y demás, era algo decorativo porque estábamos muy metidos en el juego. Pienso en hacer un buen papel en los Juegos Olímpicos pero no en la villa olímpica y eso. Soy en algunas cosas medio raro (sonríe) así que no es mucho parámetro.
- Hace unos meses te entrevisté en la radio de Fedeba y te pregunté si el objetivo era Guadalajara: me dijiste que sí. ¿Ahora cuál es el objetivo en los Juegos Olímpicos? ¿Para qué van?
- Antes del Mundial te decía que íbamos a vivir de la villa olímpica, a pasear, a participar del juego. Después del Mundial se abrió, obviamente, un poquito más el panorama y trataremos de estar entre los ocho primeros, que no es fácil. También depende de la zona que te toque porque si te toca el grupo de la muerte tenés que hacer un juego olímpico increíble para pasar.
Entrevista realizada por Nahuel Tassi
Gallardo habló sobre el excelente nivel del arquero Matías Schulz.
También comentó que hay un cuarto arquero en la Selección Argentina.
Su opinión sobre si el profesionalismo en Argentina es posible.
Un mensaje para la gente que no entiende la magnitud del puesto número 12 logrado en el Mundial de Suecia.
La secuencia de entrenamientos y partidos hasta los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El técnico del conjunto albiceleste reconoció que España podría venir a jugar a Buenos Aires en mayo.
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